Cuando el verano está llegando a su fin, aprovecho el tiempo más que nunca exprimiendo cada segundo. Por eso, no he parado las últimas semanas.
Llevaba años sin volver a Marbella, y después de este viaje de cuatro días a finales de agosto, me he quedado con ganas de más.
Nos alojamos en el Iberostar Selection Marbella Coral Beach. Al lado de la playa y en una perfecta ubicación entre Marbella y Puerto Banús. Fuimos en régimen de todo incluido y también disfrutamos y comimos en Seasoul Marbella, el Beach club del hotel, en primera línea de playa. ¡¡Una pasada y todo súper bueno!!
Una de las cosas que busco cuando viajo es hacerlo segura. El hotel cumplía con todas las medidas de higiene y seguridad, preocupándose también por el medio ambiente, contribuyendo a la preservación de mares y océanos a través del movimiento Wave of Change. Fomentan la pesca sostenible y reducen el consumo de plásticos. Los alimentos son de origen local y sostenible, con su filosofía Honest Food.
El personal del hotel es súper atento y tenía todo lo que buscábamos: relax, piscina y al lado del mar.
Nos alojamos tres noches y pasamos prácticamente todos los día en el hotel. También fuimos al Starlite de Marbella y a conocer la ciudad.
¡¡Sin duda un viaje que repetiría en el mismo hotel y al que deseo volver muy pronto!!